Hace unos días me preguntaron si el tema de estas fotos de los Chorrones, al margen de su belleza plástica, tenían otra utilidad.
Pues hombre, mira, si. Se me ocurre una: alguien que tenga almorranas, se puede pasar por los chorrones, se baja los pantalones, se baja los calzoncillos, pega las almorranas a estas “estalactitas” y observará como las almorranas van mermando, mermando, mermando, hasta desaparecer, y no aparecen nunca más. Aparecerán otras, pero estas no aparecen jamás.
Ojo, si alguien piensa en esta terapia. Yo le recomiendo otear bien las proximidades de la zona antes de iniciar la faena. Imaginaros un individuo escondido entre los juntos con una cámara de fotos, o un simple teléfono móvil. La imagen podría quedar perpetuada en el escaparate mundial de Youtube y tampoco necesitamos tanta publicidad.
Si las almorranas son internas, se tendrá que romper uno de esos “estiletes” y que cada uno se arregle como pueda para aplicárselo en el tratamiento interno, pero el resultado es el mismo.
Oyes, por probar…
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